Las velocidades de carga doméstica de tu vehículo eléctrico pueden ralentizarse por diversos motivos por lo que hoy intentamos explicarte 5 problemas a resolver y donde nuestros expertos en soluciones de recarga te ayudarán a sacar el máximo provecho a recarga.
Si deseas ser un propietario satisfecho de un vehículo eléctrico, cargar en casa es una necesidad, y cuando se trata de un vehículo eléctrico puro en lugar de un vehículo eléctrico híbrido enchufable, el uso de los 240 voltios, que los hogares ya usan para alimentar electrodomésticos como una secadora de ropa, aire acondicionado u horno, también son necesarios para llenar el paquete de baterías más grande en un período razonable. Por razones que explicaremos más adelante, también recomendamos 240 voltios para un PHEV.
Cuando se carga con 240 voltios, comúnmente llamado Nivel 2 en el mundo de los vehículos eléctricos, existen muchos puntos de estrangulamiento potenciales para el flujo de energía entre la red y su nuevo automóvil. Aquí os dejamos las 5 cosas que pueden ralentizar las velocidades de carga doméstica de tu vehículo eléctrico que dictan qué tan rápido su automóvil eléctrico agrega alcance cuando lo recarga en casa.
Velocidades de carga doméstica de tu vehículo eléctrico
1. El propio vehículo eléctrico
Puede parecer que estamos empezando por el lado equivocado, pero el coche eléctrico en sí mismo puede ser un cuello de botella terrible, incluso si le proporciona mucha potencia. Cada vehículo enchufable tiene una tasa de carga máxima para corriente alterna (CA), que abarca tanto 120 voltios como 240 voltios, también conocidos como Nivel 1 y Nivel 2 y esto afecta a las velocidades de carga de tu vehículo eléctrico.
La tasa de carga del vehículo se da en vatios, específicamente en kilovatios, lo que simplemente elimina algunos ceros.
Cuando el Nissan Leaf hizo su debut en 2011, su tasa de carga máxima era de unos miserables 3.3 kW (3.300 vatios) para una batería pequeña y solo 115 kilómetros de autonomía estimada.
Hoy en día, aproximadamente 7,2 kW es más común para vehículos eléctricos puros con rangos más largos, y los modelos más nuevos superan los 10 kW; el Ford Mustang Mach-E debutó con 10,5 kW y el Volkswagen ID.4 con 11 kW.
Cuanta más potencia pueda aceptar el coche, más rápido podrá cargarse. El componente real con esta clasificación es uno que no puede ver: el módulo de carga a bordo del vehículo, que convierte CA en corriente continua (CC) y administra la tasa de carga. Las baterías son de CC y la red es de CA, por lo que este paso es necesario.
Ahora bien ¿por qué no todos estos módulos de carga a bordo tienen 19,2 kW, el nivel más alto posible en el estándar de nivel 2? Debido a que cuanto mayor es su capacidad, mayor es el costo, el tamaño y el peso de los módulos, cosas con las que los fabricantes de automóviles son tacaños.
Punto de recarga modelo eHOME de la firma Circontrol
Si aún no ha equipado su casa para la recarga, asegúrese de averiguar la tasa máxima de carga de CA del automóvil. Por lo general, un modelo determinado tendrá una tasa, pero a veces el fabricante ofrecerá una mayor capacidad como opción o la incluirá con una batería más grande para asegurarse de que se pueda llenar con la suficiente rapidez.
Antes de continuar, todavía no hemos dicho nada sobre cuántos kilómetros puede agregar cada hora. Eso se debe a que varía con la cantidad de energía que alimenta al vehículo y, lo más importante, la eficiencia de éste.
Aparte del problema de la tasa de carga de un automóvil eléctrico, la cantidad de kilómetros que recorre con una determinada cantidad de energía depende de la eficiencia del automóvil. Lo mismo ocurre con los vehículos que funcionan con gasolina, pero nunca fue una preocupación porque puede agregar cientos de kilómetros de alcance literalmente en unos pocos minutos llenando el depósito con gasolina.
Pero imagínate si pudieras agregar gasolina solo a través de una pajita para bebidas durante cinco minutos. ¿Qué vehículo de gasolina tendría más autonomía después de ese período, un Toyota Corolla o una camioneta?
Lo mismo ocurre con los vehículos eléctricos, pero no se requieren diferencias dramáticas de tamaño para que un modelo se cargue más rápido que otro. Por ejemplo, los Tesla tienden a ser muy eficientes, como se refleja en sus calificaciones equivalentes de mpg de la EPA, por lo que, como resultado, pueden cargar más rápido que los vehículos comparables y menos eficientes cuando se alimentan con la misma cantidad de energía. Mencionamos este factor de eficiencia en parte porque los fabricantes de automóviles han comenzado a compensar la ineficiencia aumentando las tasas de carga. Resuelve un problema, pero no el principal.
Basta decir que cargar a 6,6 kW es dos veces más rápido que 3,3 kW, por lo que cualquier cosa que el automóvil en cuestión pueda lograr en un nivel, aumentarlo debería producir un aumento proporcional en kilómetros agregados.
2. El hardware de carga de un vehículo eléctrico
Las velocidades de carga de tu vehículo eléctrico también están sujetas al hardware del modelo de EV. Notarás que lo llamamos hardware de carga. Eso se debe a que, técnicamente, el cargador es el módulo mencionado anteriormente que está integrado en el automóvil, no la caja en la pared con el cable largo.
La caja es un EVSE, que significa equipo de servicio de vehículos eléctricos o equipo de suministro … lo que podría explicar por qué todo el mundo lo llama simplemente cargador.
Esta unidad de nivel 2 es otro posible punto de estrangulamiento. El mismo nombre “Nivel 2” sugiere consistencia, pero desafortunadamente solo cubre voltaje.
Tesla Model S.
La cantidad de corriente que proporciona una unidad dada a 240 voltios puede variar de 12 a 80 amperios, que cuando se traducen en términos que ya hemos cubierto, kilovatios, varía de 2.8 a 19.2 kW. En kilómetros de alcance agregado por hora de carga, usando un sedán Tesla Model S más antiguo como ejemplo porque solían aceptar hasta 19.2 kW, la diferencia sería de 15 kilómetros de alcance por hora en el extremo inferior y aproximadamente 95 kilómetros en el extremo inferior.
Es posible que haya seguido la explicación de los kilovatios y las capacidades de carga, pero aquí viene una bola curva: los cargadores de nivel 2 generalmente se especifican en amperios, y hay muchos de ellos: 12, 16, 20, 24, 32, 40, 48 o 64 amperios. Ojalá pudiéramos evitar las matemáticas, pero desafortunadamente vamos a tener que aplicarla un poco porque los fabricantes aún no se han dado cuenta de que los consumidores no seguimos estas cosas.
Las matemáticas no podrían ser más simples: tome sus 240 voltios, multiplíquelos por los amperios y tendrá vatios. Por ejemplo, si tiene un cargador de nivel 2 con una potencia nominal de 32 amperios, entonces 240 veces 32 equivale a 7680 vatios o 7,7 kW. Este es un buen cargador para un vehículo eléctrico con una tasa de carga máxima de 7.2 kW o menos. Nunca tendrá que preocuparse por darle demasiada potencia a un vehículo eléctrico; el EVSE y el cargador a bordo están diseñados para proteger su automóvil. Nuestra fijación en la velocidad máxima de carga se trata únicamente de cargar lo más rápido posible, no de sobrecargar o “dañar” el automóvil.
¿Por qué la convención de clasificación de Nivel 2 es tan confusa? Bueno, hay una especie de razón. El fabricante del hardware solo puede garantizar que su unidad pasará una corriente determinada. El voltaje es responsabilidad de la empresa de servicios eléctricos y no siempre será exactamente de 240 voltios, dependiendo de los dispositivos eléctricos que usted y sus vecinos estén usando. El voltaje que ingresa a su hogar puede estar por encima o por debajo de 240, que es simplemente una clasificación nominal. Entonces, comprenda por qué quieren venderle un EVSE de 32 amperios y no uno de 7,7 kW: en el uso real, podría ser de 7,5 o 7,8 kW. Lamentablemente, algunos fabricantes todavía tropiezan con los números.
3. y 4. El circuito y el disyuntor
Lo importa si su vehículo eléctrico y su cargador son capaces de alcanzar altos niveles de potencia si no tiene un circuito dedicado que pueda proporcionarles esa energía.
Aquí nuevamente, al igual que con el cargador, el voltaje es solo una parte de la ecuación. Cada circuito de 240 voltios tiene un límite de corriente dictado por el calibre (diámetro) de sus cables y qué tan lejos corren desde el panel de servicio eléctrico (también conocido como caja de fusibles) hasta donde pretende cargar su coche eléctrico. No profundizaremos demasiado en la teoría eléctrica, pero los conceptos básicos aclaran por qué es necesario: un cableado inadecuado presenta demasiada resistencia al flujo de corriente, lo que resulta en la generación de calor y el riesgo de daño o incendio.
Un vehículo eléctrico es probablemente el elemento que más energía consume en su hogar. Ya conoces las demandas en kilovatios desde arriba. En perspectiva, los secadores de pelo y los calefactores portátiles suelen alcanzar un máximo de 1,5 kW; entre los electrodomésticos de 240 voltios, una secadora de ropa eléctrica típica utiliza aproximadamente 3 kW, un calentador de agua eléctrico de 4,5 kW y un gran aire acondicionado central de 3,8 kW. Solo un calentador de agua eléctrico sin tanque se acerca, con demandas superiores a 30 kW para unidades de alta capacidad.
Lo que esto nos dice es que no es probable que tenga un circuito de 240 voltios en su casa o garaje con una clasificación lo suficientemente alta como para explotar la capacidad de carga completa de los vehículos eléctricos actuales, a menos que haya estado apostado por soluciones de recarga como el balanceo dinámico.
En pocas palabras, el cableado debe ser lo suficientemente robusto para las demandas actuales de carga del vehículo y, a su vez, un cableado robusto podría requerir un conducto más grande que el que tiene ahora.
Todo depende del código eléctrico, que varía según el estado (aunque existen estándares nacionales). Si el cargador de nivel 2 tiene una potencia nominal de 32 amperios, necesitará un disyuntor de 40 amperios. Una unidad de 40 amperios requiere un disyuntor de 50 amperios. El disyuntor siempre proporciona aproximadamente el 25% del espacio libre.
Desafortunadamente, esto puede causar más confusión cuando llega el momento de comprar o instalar un cargador porque tiene que determinar si la clasificación dada es para el funcionamiento de la unidad o su circuito.
Sería muy fácil pensar que está comprando un cargador de 40 amperios y luego descubrir que es una unidad de 32 amperios diseñada para usarse en un circuito de 40 amperios. La diferencia es de 1.920 vatios de potencia de carga.
La razón por la que contamos el circuito y el disyuntor como dos partes diferentes del mismo tema es porque cada uno juega un papel en lo que puede instalar y en la preparación de una instalación para el futuro. Cambiar un disyuntor o tomacorriente por otro es simple, pero el calibre del cable de conmutación puede no serlo; cada escenario es diferente.
Usar un cable demasiado ligero con un disyuntor clasificado demasiado alto es una receta para el desastre, pero no hay nada de malo en lo contrario: usar un cable sobrevalorado y un disyuntor determinado. Por lo tanto, si elige un cargador modesto que se adapte a las capacidades modestas de su automóvil, no hay razón para no prepararse para el futuro haciendo que el instalador instale el cable de mayor calibre que pueda necesitar algún día. La diferencia de precio debería ser insignificante y solo pagará una vez por la mano de obra. Si alguna vez actualiza su cargador a uno con mayor capacidad de corriente, todo lo que necesita hacer es cambiar el disyuntor para que coincida, una tarea simple.
5. El Servicio eléctrico
Dadas las demandas actuales cada vez más altas de los vehículos eléctricos del mercado masivo, a veces encontrará que su casa no tiene suficiente energía de sobra.
La realidad es que a veces encuentras, por ejemplo, que solo tienes un servicio de 50 amperios o 100 amperios (lo mismo que sucede con los servicios de Internet que contratas hata una velocidad pero no llegas ni a la cuarta parte), lo que significa que esa es la corriente máxima que recibe tu hogar y no tienes suficientes amperios para enviar tantos como quieras. su cargador de vehículos eléctricos o, incluso si no está usando gran parte de su capacidad actual, su municipio, asociación de condominios u otro organismo podría obligarlo a actualizar su servicio antes de que pueda continuar.
No podemos hablar por todas las regiones, pero aumentar su hogar de, digamos, un servicio de 100 a 200 amperios no genera automáticamente cargos por parte de la propia compañía eléctrica. (Es posible que estén felices de facturarle por el nivel extra que podría extraer como resultado). Pero sí representa una gran cantidad de mano de obra y piezas para reemplazar un panel de servicio de 100 amperios por uno de 200 amperios; esa es su pestaña para pagar, y eso es antes de los costos asociados con la instalación de un sistema de carga.
Luego está la cuestión del código. A medida que cambian los códigos de construcción, las casas existentes pueden permanecer como estaban originalmente, pero como la mayoría de los propietarios saben, una vez que comience a hacer cambios, es posible que deba actualizar los sistemas relacionados con los códigos actuales, lo que puede ser costoso. Todo depende de cuánto pretenda hacer y dónde viva.
Desde eCONEQ queremos facilitarte la transición a la movilidad eléctrica para tu hogar y esperamos que artículos como 5 cosas que pueden ralentizar las velocidades de carga doméstica de tu vehículo eléctrico te haya replanteado dar el salto. Y no olvides que, ante cualquier duda puedes contactar por teléfono o a través de nuestro formulario con nosotros, donde nuestro equipo especializado responderá a todas tus dudas y te asesorará en todo lo que necesites.
