El por qué los vehículos eléctricos híbridos se han convertido en un objetivo prioritario para ladrones tiene de trasfondo la crisis en la cadena de suministros y la escasez en el mercado de los metales preciosos.
Los convertidores catalíticos y, más específicamente, los metales preciosos que contienen, se han convertido en un producto de moda y lujo. Y uno de los principales culpables es la crisis de la cadena de suministro y la falta de responsabilidad.
Si repasamos los quince últimos años de la historia del vehículo eléctrico, un Prius 2004-2009, catalogado como “icónico”, ha sido pionero de las tendencias híbridas de Toyota y, a pesar de que había habido un Prius anterior, la calcomanía de ventana de 55 mpg de este, la silueta distintiva de kammback y, sus estrategias de aparecer en series de televisión de renombre vendiendo sus bondades y que un importante número de celebridades lo utilizaban para trasladarse por sus ciudades… lo convirtieron en una forma discreta y eco-chic de hacerse notar.
Y ahora, al parecer, los vehículos eléctricos híbridos se han convertido en un objetivo prioritario para ladrones. Y es que éstos han puesto en el punto de mira estos modelos Prius más antiguos, así como todos los híbridos.
¿Por qué los ladrones quieren un Prius?
En pocas palabras, este nuevo objetivo entre ladrones se debe a que los híbridos como el Prius poseen metales preciosos necesarios para el convertidor catalítico, que incluyen platino, rodio y paladio, y se necesitan cantidades más altas de ellos en los gatos híbridos debido a su clasificación de emisiones y los frecuentes arranques que necesitan hacer sus motores.
La agitación de la cadena de suministro y el aumento correspondiente en la demanda de metales preciosos han elevado los costos en algunos lugares poco probables, de modo que los ladrones pueden obtener casi tanto por el convertidor catalítico como lo que podrían obtener al robar todo el vehículo eléctrico híbrido.
Incremento de robos de vehículos eléctricos híbridos
Solo en Estados Unidos la tasa de robo de los modelos Prius de esa época ha sido más de 40 veces mayor en 2020 que en 2016, con pérdidas por robo alrededor de 45 veces más altas por año de vehículo asegurado, según datos publicados por Highway Loss Data Institute.
Además, según la Oficina Nacional de Delitos de Seguros (NICB), los robos de convertidores catalíticos en sí han aumentado de aproximadamente 100 por mes en 2018 a más de 1200 por mes en 2020. Según una actualización de NICB de principios de este año, ese pico ocurrió cerca del finales de 2020, y es probable que continúe hasta bien entrado el 2022.
Los reclamos por robo de Prius están en su punto más alto en estados como California, Oregon y Washington, con frecuencias generales de reclamos que aumentaron drásticamente de 2019 a 2020.
Es tal el auge de robos que se está desarrollando en suelo americano que las propias aseguradoras han cambiado los términos de sus contratos e, incluso, cuando los propietarios tengan un seguro a todo riesgo, aquellos a quienes les roben el convertidor catalítico deberán pagar una prima por el precio de más de 3.000 dólares por un convertidor catalítico de reemplazo.
Las reglas estatales laxas son parte del problema que señala la organización. Solo unos pocos estados requieren que los compradores de dichos componentes identifiquen a los vendedores; ya pesar de su alto valor, los convertidores catalíticos no están sellados con números de identificación de vehículos.
En eCONEQ desconocemos si esta gran tendencia de delito de guante blanco ha crecido en nuestro país. Pero tenemos claro que ante noticias como por qué los vehículos eléctricos híbridos se han convertido en un objetivo prioritario para ladrones debemos estar preparados. Por ello, ante cualquier duda, o si estás pensando en unirte al club de la electrificación, en eCONEQ resolvemos cualquier cuestión por teléfono, Whatsapp o a través de nuestro formulario, donde nuestro equipo especializado responderá a todas aquellas cuestiones que te ronden la cabeza y te asesorará en todo lo que necesites.
