Ha surgido una carrera en el que las empresas de automotriz compiten encarnizadamente por alzarse con las patentes y ser los primeros en conquistar los mercados: las baterías en estado sólido para vehículo eléctrico, la nueva carrera armamentista del sector automovilístico.
Los avances tecnológicos en el ámbito del desarrollo del vehículo eléctrico están a la orden del día. La competitividad es apabullante, sobre todo a raíz de los continuos anuncios que hacen los gobiernos en materia de eficiencia energética, políticas verdes y sostenibilidad.
Los anuncios llegan con rapidez sin importar el continente, y cada vez más las empresas del sector automotriz compiten por ser las primeras en tener una batería en estado sólido.
Las baterías en estado sólido son un paso importante de cara al futuro de los vehículos eléctricos, ya que mejoran la seguridad, el alcance, el peso y los tiempos de carga, en comparación con las baterías de iones de litio más convencionales que se utilizan actualmente.
Así, por ejemplo, la pasada semana la empresa estadounidense Solid Power, con sede en Colorado, anunció que ahora está produciendo baterías en estado sólido de 20 amperios / hora (Ah) para aplicaciones automotrices.
Solid Power, que cuenta con el respaldo financiero de BMW y Ford, ha anunciado que está fabricando baterías en estado sólido multicapa de 20 Ah para vehículos eléctricos, mientras trabaja para desarrollar procesos de fabricación de gran formato.
Baterías en estado sólido VS baterías de iones de litio
Las baterías de iones de litio que se encuentran actualmente en los vehículos eléctricos utilizan una construcción semilíquida, que puede incendiarse cuando se sobrecalienta o perfora, lo que obliga a los fabricantes de automóviles a agregar sistemas de enfriamiento y ‘blindaje’, lo que agrega peso y reduce el rango de conducción efectivo de iones de litio.
Detalle de la fábrica Solid Power (izquierda) y celda de metal de litio en estado sólido de 22 capas y 20 Ah de Solid Power (derecha).
Las baterías de estado sólido, por otro lado, utilizan materiales sólidos más estables, como sugiere el nombre. Funcionan en un rango de temperatura más amplio y son menos susceptibles a daños, además de ofrecer una mayor densidad de energía, pesan menos y tienen un tiempo de recarga más rápido, superando muchas de las críticas comunes a la tecnología actual de baterías para vehículos eléctricos.
Según la empresa con sede en el Colorado, Solid Power espera mejorar aún más la densidad de energía de sus baterías en estado sólido en un 20% para el año 2022.
Toyota se suma a la batería en estado solido
El gigante japonés Toyota ha sido uno de los primeros que introducirá en su cadena de producción las baterías en estado sólido y es que la compañía espera que a lo largo de este año sus vehículos eléctricos contarían con esta tipología de batería que podrá recargarse por completo en solo 10 minutos.
La compañía de automóviles japonesa ha planeado demostrar que un vehículo eléctrico puede ser completamente funcional utilizando la tecnología de batería en estado sólido durante las ceremonias que se desarrollarán de cara a la apertura y cierre de los Juegos Olímpicos de Tokio.
Se espera que el primero de los SUV totalmente eléctricos de Toyota, basado en la arquitectura e-TNGA de la marca y desarrollado conjuntamente con Subaru, se presente en 2021, con un posible lanzamiento al mercado en 2022 o 2023.
Volkswagen tampoco se queda atrás
Por otro lado, a principios de este mes, la compañía QuantumScape, respaldada por Volkswagen, ha anunciado que sus baterías en estado sólido estarían listas para la producción en 2024, afirmando que la tecnología será adecuada para condiciones ambientales de hasta -30 grados centígrados, mucho más bajo que sus competidores.
Con varios gobiernos de todo el mundo planeando prohibir las ventas de vehículos de combustión interna para 2030, la avalancha de anuncios sobre baterías en estado sólido sugiere que los vehículos eléctricos podrían verse muy diferentes para finales de esta década.
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